7. Metal-cerámica: Corona y puente

Materiales

-Modelo con muñones individualizados
-Estructura metálica
-Polvos de cerámica (Margin, Dentina e Incisal)
-Opáquer
-Wash opáquer
-Maquillaje
-Glaseado
-Vaselina 

Herramientas

-Pincel para opáquer
-Pincel de pelo de Marta
-Superficie no porosa
-Recipiente con agua
-Papel secante
-Horno
-Pinzas de mosquito
-Vaporeta
- Fresas para cerámica


Objetivo

El objetivo de esta práctica es crear una corona de porcelana que sirva como restauración fija. Esta se pondrá en la pieza que haya tallado el clínico dejándo la pieza como un muñón. La estructura metálica la habremos fabricado dejando el espacio necesario entre la pieza y el muñón para el cemento que pondrá el clínico. Esta corona restaurará la función de la piza original faltante, es decir, de estética, fonética y funcionalidad; manteniendo la correcta oclusión y las proporciones adecuadas para el paciente. Este tipo de restauraciones se utiliza para piezas posteriores, ya que el metal podría verse si se coloca en las piezas anteriores. 



Procedimiento

 

1. Preparación de la estructura 

Comenzaremos creando la estructura metálica como se describe en la práctica 3, y cuando ya esté pulida, la arenaremos con Óxido de Aluminio, dejando toda la superficie de la pieza totalmente mate. Después la lavaremos con agua y jabón, y la limpiaremos con la vaporeta.

2. Oxidación y opáquer

Colocaremos nuestra pieza en el horno de cerámica, en el programa adecuado de oxidación. Debemos respetar los tiempos de calentamiento y enfriamiento de la pieza durante y después del horneado, sin forzarlo con agua ni aire, para permitir la expansión y contracción del metal. Ya que alcanzará los 980ºC, no tocaremos la pieza con la mano, sino con unas pinzas. Una vez fría, aplicaremos una capa muy fina de wash opáquer, una pintura de acondicionamiento muy fluida, con un pincel plano. La función de esta pintura, es ocultar el color del metal y crear una capa de que permita la adherencia de la cerámica al metal. Hornearemos la pieza, y le daremos una capa de opáquer, más espesa y cubriente, que ocultará por completo el color del metal. De nuevo la hornearemos y la dejaremos enfriar sin forzar.





3. Primera cocción de cerámica

La herramienta principal es el pincel, que debe ser de pelo especial, para que absorba la cantidad necesaria de agua, ya que tanto el pincel como la cerámica deberán estar siempre húmedos, que no mojados. Para controlar la humedad del pincel, lo mojaremos en un recipiente con agua limpia, y retiraremos el exceso con un pañuelo de papel. Pondremos en las piezas adyacentes del modelo una capa de aceite de vaselina para evitar que la cerámica se adhiera a ellas. Con la punta del pincel, cogeremos una pequeña porción de la cerámica elegida; en nuestro caso pondremos Margin para empezar, y la pondremos en la zona del cuello de la corona. Después apicaremos Dentina desde la zona del cuello hasta incisal, comenzando a dar forma a la pieza. Difuminaremos en el borde gingival los dos tipos de cerámica y la llevaremos al horno para la primera cocción.

4. Segunda cocción


Cuando la pieza haya salido del horno y se haya enfriado, la limpiaremos con la vaporeta y le daremos una segunda capa de dentina, creando las cúspides y fosas, cuidando siempre que la oclusión sea la adecuada. Pondremos cerámica tipo Incisal para crear las que serán las cúspides y crestas definitivas, y la llevaremos de nuevo a hornear. Debemos tener en cuenta que la cerámica reduce sus dimensiones tras el horneado, por lo que la sobredimensionaremos durante el modelado de la cerámica.



 5. Repasado y pulido

Una vez hemos terminado de modelar la pieza, y ya tiene las dimensiones adecuadas, utilizaremos una fresa pulidora para cerámica, que alisará la superficie y quitará las imperfecciones. Utilizaremos papel de articular para asegurarnos que las cúspides, crestas y surcos están en los lugares adecuados y que no interfieren en la oclusión. También utilizaremos discos de pulido y repasado para pulir la superficie sin desbastarla, acentuar y reducir surcos y crestas, y abrillantar toda la pieza.


6. Maquillaje y glaseado

Para finalizar la pieza, la limpiaremos con la vaporeta y procederemos a maquillarla. Esto consiste en caracterizar la pieza para asemejarla a las piezas naturales del paciente. Utilizaremos barnices de color tierra para los cuellos, que se difuminarán hacia oclusal hasta la mitad de la corona con un color arena más claro. En los surcos también aplicaremos estos colores para crear profundidad. Con un tono azulado crearemos un efecto de transparencia aplicándolo en los bordes incisales de las cúspides de la pieza, así como en las crestas de la cara oclusal. Debemos tener en cuenta que ninguno de estos colores debe ser visible al aplicarlo, ya que se intensifica mucho tras el horneado. Después aplicaremos el glaseado, una mezcla de polvo y líquido transparente, que cubrirá toda la pieza con una capa fina y la meteremos de nuevo al horno en el programa correspondiente. Finalmente retiraremos el jito con un disco de corte y puliremos el metal sobrante hasta dejar la superficie lisa.



Para crear un puente en cerámica, una vez tenemos la estructura, modelaremos la estructura siguiendo los mismos pasos que para la corona, prestando especial atención a las zonas interdentales, ya que podemos crear un efecto plano que no queremos conseguir. Esto lo evitaremos con ayuda del pincel durante el modelado de la cerámica, y con el maquillaje, creando falsas sombras y relieves. 


6. Restauración Provisional: Puente de acrílico

Materiales

-Modelo con muñones individualizados
-Separador cera-escayola (Isolit)
-Cera de modelar
-Silicona pesada y catalizador
-Separador tipo Isolit
-Mezcla para acrílico autopolimerizable
-Tacita de silicona
-Bisturí tipo LeCron
-Fresa de bellota
-Cepillo de pulir
-Piedra pómez
-Fresa de abrillantado
-Crema de abrillantado

Herramientas

-Espátulas para modelar
-Mechero BUNSEN 
-Vaporeta
-Bisturí
-Olla a presión

Objetivo

En esta práctica aprenderemos cómo se fabrica un puente provisional de acrílico autopolimerizable. Un puente es un conjunto de coronas unidas entre sí, asemejando en la morfología de las piezas perdidas. Está formado por los recubrimientos de los muñones y por uno o varios pónticos, es decir, lo que sustituye a la pieza dentaria perdida. La función de los puentes es recuperar la estética y funcionalidad de las piezas perdidas. Es el mismo proceso que en la práctica 2, por lo que solamente veremos el proceso principal, sin entrar en detalles. Para más información, puede consultarse la práctica 2.

Procedimiento

1. Modelado

Comenzaremos limpiando con vaporeta todo el modelo una vez tenemos los muñones ya individualizados, como se indica en la práctica 1. Después, lo montaremos en el articulador y aplicaremos Isolit por toda la zona a restaurar. Con ayuda de las espátulas de modelar, calentaremos pequeñas gotas de cera de modelar en el mechero, para ir modelando todas las piezas a volumen total.



2. Frente de silicona

Utilizaremos silicona pesada con catalizador, teniendo en cuenta que cuanto más pongamos más tardará en endurecer, para crear un frente que cubra toda la pieza (vestibular, oclusal y palatino) modelada, para crear un negativo del modelo con las piezas ya modeladas. Esto se consigue apretando una bola de silicona contra el modelo hacia palatino, asegurándonos de dejar una huella definida. Una vez haya fraguado, cortaremos los sobrantes con un bisturí. Quitaremos el frente del modelo, y retiraremos toda la pieza modelada con ayuda de la vaporeta, para dejar los muñones limpios.





3. Vertido

Una vez tenemos el modelo y la impresión limpios, pondremos cera de alivio en los muñones y en la zona edéntula, y sobre ella pondremos separador para evitar que el acrílico se pegue. Utilizaremos una mezcla de monómero y polímero, siguiendo las instrucciones del fabricante, y la pondremos en el frente hasta llenar los huecos de las piezas modeladas. Después encajaremos el frente en el modelo para que la resina se amolde a la forma de los muñones, y los introduciremos en la olla de presión con agua a 45º, durante 15-20 minutos, a 2 bares de presión.

4. Fresado y pulido

Cuando haya transcurrido el tiempo de fraguado, quitaremos la presión de la olla y sacaremos el modelo. Retiraremos el frente y quitaremos la pieza provisional del modelo con mucho cuidado. Después quitaremos con una fresa de bellota las rebabas de acrílico que hayan podido quedar alrededor de la pieza. A continuación, colocaremos la pieza en el modelo (montado en el articulador) para ver si ningún punto interfiere en la oclusión, en cuyo caso, utilizaríamos papel de articular y fresaríamos de nuevo. Cuando la pieza esté bien definida, pasaremos por ella un cepillo de pulido con piedra pómez para suavizarla y retirar imperfecciones. Finalmente le daremos una capa de cera de abrillantado con una fresa pulidora.

5. Restauración provisional: Corona metal-resina

Materiales

-Modelo con muñones individualizados
-Corona metálica
-Opáquer para composite
-Composite
-Separador tipo vaselina
-Glaseado para composite

Herramientas

-Pincel para opáquer
-Espátulas de modelar
-Vaporeta
-Máquina fotopolimerizadora
-Fresas de goma, de fisura y de bellota
-Papel para articular

Objetivo

En este caso vamos a realizar una pieza completa de resina fotopolimerizable (composite) con base de metal para proporcionarle al paciente la estética y funcionalidad apropiada, además de mantener y mejorar la oclusión y la fonética. Se utiliza en piezas posteriores de la arcada y suele estar indicada por urgencias en molares fracturados, y se utilizará mientras la pieza definitiva se fabrica, por lo que sólo se utiliza durante cortos periodos de tiempo.

Procedimiento

1. Preparación de la corona metálica

Con los modelos de ambas arcadas montados en el articulador, y antes de comenzar a crear la restauración, debemos preparar la corona para que la pieza sea estable y perdure en el tiempo. Este proceso consiste en arenar, limpiar y opacar.
Primero arenaremos la corona ya fabricada y pulida (siguiendo los pasos de la práctica 3) con Óxido de Aluminio, después limpiaremos con agua, jabón y vaporeta toda la superficie de la corona, incluyendo el interior de esta, y para terminar le daremos una capa de opáquer (capa de pintura que oculta el color del metal y que ayuda a que la resina se adhiera correctamente a la corona) específico para resina con ayuda de un pincel plano. Tendremos en cuenta que después del lavado con vaporeta, no pueden caer restos de polvo u otros materiales en la pieza, ya que podría deteriorar el resultado. Además, prestaremos especial atención a que el opáquer no entre en el interior de la corona porque podría influir en el ajuste de la misma al muñón. Para ello, aplicaremos esta sustancia con la parte interna de la corona hacia arriba, dejando que el posible exceso de pintura se quede en la superficie oclusal y dejaremos que fragüe en la fotopolimerizadora durante tres minutos. En el caso de que el color del metal aún fuese visible, le daríamos una segunda capa.




2. Modelado 

El procedimiento es el mismo que para crear una incrustación (detallado en la práctica 4), a diferencia de que esta vez, el modelado se realizará a volumen total y que en la zona incisal de la pieza se dará un tipo de composite más claro y translúcido, llamado Incisal, para crear ese efecto de realidad que buscamos. Cuidaremos los márgenes y los puntos de contacto tanto con las piezas antagonistas como con las adyacentes, ya que la oclusión debe ser correcta para no modificar la del paciente. Con ayuda de una lámina de papel de articular colocada en la superficie oclusal de la corona, simularemos la oclusión del paciente con el articulador, y observaremos los puntos de contacto, marcados con manchas azules por la lámina transferible, para otorgarle una correcta funcionalidad a la restauración. En el caso de que los puntos no sean los idóneos, repasaremos cuidadosamente con una fresa de bellota, o de fisura en el caso de ser zonas pequeñas.


3. Pulido y glaseado

Para finalizar la pieza, la repasaremos con una fresa de goma alisando así la superficie sin desbastarla, después la cepillaremos con piedra pómez, lavaremos con vaporeta y le daremos una capa de glaseado específico para composite, terminando nuestra restauración provisional en metal-resina.




4. Restauración provisional: Incrustación

Materiales

-Modelo con muñones individualizado
-Cera de alivio
-Separador tipo vaselina
-Composite fotopolimerizable
-Glaseado

Herramientas

-Máquina fotopolimerizadora
-Espátulas de modelar
-Vaporeta


Objetivo

Una incrustación es un tipo de restauración que se realiza en las piezas posteriores de la boca. Van cementadas a la propia pieza y sustituyen la estructura dental que se ha perdido. Se realizan en un laboratorio para su posterior cementación en la boca del paciente, ya en la clínica dental. El objetivo de esta práctica es aprender a realizarla, porque aunque es un proceso sencillo, debemos tener mucho cuidado de que no caigan impurezas a la zona de trabajo, ya que deterioran por completo el resultado de la restauración.

Procedimiento

1. Preparación del modelo

Empezaremos individualizando los muñones del modelo según la técnica explicada en la práctica 1 y limpiaremos con la vaporeta todo el modelo, incidiendo en la pieza a restaurar para eliminar cualquier resto de escayola y grafito que pueda haber, ya que el grafito es altamente contaminante y podría ensuciarnos y estropearnos la pieza. A continuación aplicaremos una capa de cera de alivio y vaselina líquida (también en las piezas adyacentes) para que la incrustación que vamos a fabricar pueda ser sacada sin dificultad, además de dejar el espacio suficiente para que el clínico aplique el cemento.



2. Modelado

A partir de este momento debemos tener mucho cuidado con la pieza a restaurar y el ambiente en el que vamos a trabajar. Este debe estar muy limpio y sin partículas de polvo u otros materiales en suspensión, ya que si caen en la pieza, será muy difícil limpiarla sin dañarla. Para elaborar una incrustación, debemos aplicar capas muy finas de composite fotopolimerizable con ayuda de las espátulas de modelado (P.K.Thomas, LeCron...); entre cada capa, meteremos el muñón en una máquina fotopolimerizadora durante 6 minutos. Este tiempo permite que las capas de composite polimericen bien, pero que la parte de la incrustación que queda al descubierto aún esté lo suficientemente fresca como para que la siguiente capa se adhiera correctamente. Iremos dándole forma progresivamente hasta conseguir el aspecto de la pieza original. No debemos olvidar que antes de aplicar cada capa, debemos pasar la pieza por la vaporeta.




3. Glaseado


Para finalizar, observaremos que no queden rebabas al extraerla del modelo, y si quedasen las fresaríamos con una fresa de bellota, y aplicaremos un glaseado especial para composite, que polimeriza con luz, para darle un acabado más realista y brillante a la pieza.

3 . Obtención de la estructura metálica: Corona y puente

Materiales

-Muñones individualizados
-Barniz de alivio
-Isolit (separador escayola-cera)
-Cera cervical
-Cera de inmersión
-Cera de modelar
-Bebederos de cera
-Cilindro y cono de plástico
-Vaselina
-Liberador de tensiones
-Polvo y líquido de revestimiento
-Taza y espátula
-Báscula y vaso medidor
-Crisol
-Metal para fundir

Herramientas

-Espatulín tipo LeCron
-Bisturí
-Espátulas tipo P.K.Thomas
-Vibradora
-Horno
-Inductora
-Arenadora
-Fresa de bellota
-Fresa de piedra
-Disco de corte
-Aspiradora


Objetivo

El objetivo de esta práctica es aprender a elaborar una cofia en cera y su proceso hasta obtener una estructura metálica para trabajar sobre ella con cerámica o composite, resultando una corona de prótesis fija. Es un proceso laborioso que puede resultar difícil, ya que, aunque la elaboración de la cofia es sencilla, la estructura metálica puede sufrir fallos de ajuste o poros durante el colado. Si esto ocurriese, debemos volver a empezar. Para ello, utilizaremos la técnica de la cera perdida, mediante la que se sustituye un patrón de cera por uno de metal.


Procedimiento

1. Pasos previos a la elaboración de la cofia

Comenzaremos individualizando los muñones del modelo como se explicó en la práctica 1, y una vez los tenemos, observaremos que el muñón sobre el que vamos a trabajar está limpio, y no tiene retenciones, restos de escayola o poros. En el caso de que hubiese alguna imperfección, podremos aliviarla con escayola. A continuación daremos un barniz de alivio, que dejará el espacio suficiente entre el muñón y la pieza a elaborar para que el clínico pueda añadir el cemento; además de que eliminará las pequeñas retenciones producidas en el tallado del muñón con la fresa. No es aconsejable utilizar laca de uñas, ya que puede reblandecerse y despegarse con el calor, estropeando la cera que pondremos encima. Daremos este espaciador por todo el muñón, hasta llegar a 1-2 mm. antes de la zona cervical de nuestra pieza.




2. Encerado

Cuando el barniz de alivio se ha secado, pondremos Isolit, que es el separador para escayola-cera, para que la cofia pueda separarse del modelo sin romperse. En la zona que queda libre entre el borde cervical y la pintura de alivio, pondremos cera cervical, para asegurarnos de que no se deforme o agriete la cofia al sacarla del modelo. A continuación realizaremos la cofia en sí misma con cera de inmersión. Ésta estará líquida en un recipiente eléctrico que la mantiene a la temperatura correcta, y nos dará una base de seguridad cuando modelemos, ya que al tener un color diferente a la cera de modelado, distinguiremos las zonas más finas. Con ayuda de un bisturí, cortaremos la cera ya fría justo por debajo de la cera cervical. Debemos asegurarnos de que el grosor de la pieza sea de entre 0,3 y 0,5 mm, ya que si es más gruesa no tendremos espacio para poner la cerámica o el composite, y si es más fina podría ocasionar fallos en el colado, apareciendo poros como resultado. Con cera de modelar insinuaremos la estética de la pieza a reconstruir, dejando el espacio suficiente para el material de recubrimiento estético.













3. Bebederos

Son el conducto que queda en el revestimiento ya fraguado y que comunica el hueco que deja el patrón de cera con el exterior del cilindro, y por el que entrará el metal fundido. Su colocación y la elección de su grosor y longitud, es muy importante ya que de ello puede depender que aparezcan deformaciones o defectos en el metal. Su grosor siempre debe ser mayor que el de la zona de mayor grosor del patrón. No pueden tener curvas pronunciadas o ángulos y deben ser completamente lisos. Lo colocaremos en la parte más gruesa de la pieza para que la entrada de metal sea más fluida, y lo alejaremos de los márgenes, zonas de oclusión y adaptación. Su angulación será de 45º aproximadamente y para unirlo a la cofia utilizaremos cera líquida. Utilizaremos la técnica directa con cámara de rechupado para colar, por lo que realizaremos en el bebedero una bola de cera a 2mm. del patrón de cera para evitar el rechupado; que es la acción del metal por la que las zonas finas del patrón, al enfriarse, se contraen y absorben el metal aún fundido en las zonas anchas, provocando fallos de colado como poros o piezas incompletas.
 












4. Cilindro

Es el recipiente que se rellena con revestimiento cuando los patrones ya están colocados en el cono. Los hay de varios materiales, pero en nuestro caso utilizaremos los de plástico, ya que permite la expansión del fraguado. Antes de proceder a su llenado, untaremos con vaselina las paredes del cilindro y la base del cono para sacar el revestimiento con mayor facilidad. Además, rociaremos con liberador de tensiones todas las piezas para facilitar que el revestimiento se deslice sobre la cera sin dejar burbujas, ya que el revestimiento que utilizamos lleva agua (alta tensión superficial) y no moja la cera. Lo dejaremos secar al aire y procederemos al llenado del cilindro. La mezcla estará compuesta (en nuestro caso) por 180 g. de polvo de revestimiento, 7 ml. de agua y 40 ml. de líquido específico para el revestimiento, que batiremos durante 30 segundos a mano y 1 minuto en la máquina de vacío. Lo dejaremos reposar 30 segundos al vacío sin batir y ya podemos llenar el cilindro. Para ello nos aseguraremos de que el cilindro y el cono encajan correctamente y lo colocaremos en una máquina vibradora a mínima intensidad, dejando caer lentamente el revestimiento en el interior del cilindro. Cuando lleguemos a la altura de las cofias, nos ayudaremos de un espatulín para llenar su interior y asegurarnos así de que no se crean burbujas. Tendremos en cuenta el centro térmico de nuestro cilindro, que es el que más tarda en enfriarse, para dejar los patrones de cera por encima o por debajo de este, y evitar que la acción del rechupado afecte a las piezas. Lo dejaremos reposar hasta su total fraguado.




5. Precalentamiento y colado

Debemos tener claro qué sistema vamos a usar para calentar nuestro cilindro, y esta decisión debe tomarse antes del llenado del cilindro, ya que seguiremos unos pasos u otros según el método elegido. Puede ser lento o frío (el cilindro, una vez fraguado durante una hora, se mete en el horno sin encender y va cogiendo temperatura con el cilindro en su interior) o puede ser rápido o caliente, que es el método que utilizamos en nuestro caso. Según esta técnica, debemos dejar fraguar el cilindro durante 20 minutos antes de meterlo en el horno ya caliente (800º mínimo) y lo dejaremos en el interior del horno durante 30/45 minutos, dependiendo del número de cilindros que hayamos introducido. Lo colocaremos con el cono hacia abajo para permitir la salida de la cera derretida.
Una vez que el cilindro ha estado el tiempo necesario en el horno, pondremos a fundir el metal en un crisol, ya que la técnica que vamos a utilizar es el método indirecto por inducción con gas inerte protector mediante presión. Esto significa que la inductora aumenta la presión en la superficie de la aleación, obligándola a introducirse en los bebederos, y que utiliza el gas Argón para proteger la aleación de la oxidación. Gracias al pirómetro óptico y al indicador digital, sabremos cuál es el momento idóneo para introducir el metal al cilindro.


6. Limpieza y pulido de la estructura metálica

Cuando el cilindro esté totalmente frío, quitaremos la mayor parte posible de revestimiento con golpes de martillo en la zona del cono, y si quedasen restos podremos quitarlos con una fresa de bellota, con la aspiración encendida, ya que el polvo de revestimiento es muy peligroso. A continuación llevaremos la estructura a la arenadora para quitar los pequeños restos de revestimiento que puedan quedar en zonas más comprometidas. Una vez tenemos la pieza limpia, utilizaremos un disco de corte para retirar los bebederos de la estructura, y una fresa de piedra para pulir la corona y dejarla lisa, teniendo cuidado de no dejar su grosor por debajo de 0,3mm. porque podría romperse. Para terminar el trabajo, la chorrearemos con Óxido de Aluminio y la lavaremos con un cepillo, agua y jabón, dejándola preparada para elaborar su recubrimiento con cerámica o composite.


Para realizar la estructura de un puente, seguiremos los mismos pasos, pero teniendo en cuenta que la unión de cera entre el póntico y el recubrimiento de los muñones debe ser firme aunque no muy gruesa para que el recubrimiento estético posterior pueda realizarse correctamente.